Color Medieval en Navarra

De la Alta Edad Media es la importante producción de manuscritos en los monasterios riojanos. En este momento la Rioja fue arrebatada definitivamente a los musulmanes en el año 922 por las tropas de Sancho Garcés I de Navarra, que en el año 925 funda el monasterio de San Martín de Albelda. Por las mismas fechas se tienen noticias de los de San Millán de la Cogolla y de Cirueña.

El carácter eminentemente monástico de este arte en miniatura, reflejado en códices y manuscritos, se debe a que los copistas y miniaturistas eran generalmente los monjes de las comunidades. Las imágenes ayudaban a la comprensión del libro y a proporcionar claridad al contenido de la obra.

De final de la Edad Media es la pintura mural gótica navarra, que ocupa un lugar de primer orden en las artes europeas de su tiempo.

Durante los siglos XIII, XIV y XV trabajaron en Navarra importantes pintores especialistas en murales y otros tipos de soportes. La ubicación geográfica del antiguo Reino de Navarra y su política exterior favorecerá influencias, a través de los propios artistas, tanto de la Península como de la Europa Occidental, en especial Francia, Inglaterra e Italia.

Alcanzó su mayor nivel de calidad durante el siglo XIV. Y es en los centros urbanos, donde se encuentran las sedes reales y los principales talleres, de donde proceden los mejores conjuntos de pintura mural (Pamplona, Ujué, Olite).

En esta exposición hemos querido mostrar un pequeño ejemplo de estas pinturas medievales que merecen ser conocidas y divulgadas ya que ocupan un lugar importante en el arte de su tiempo.

 Manuscritos

• De los scriptoria de los Monasterios de San Martín de Albelda y San Millán de la Cogolla, ambos en la Rioja en la actualidad, pero bajo el dominio pamplonés en la Edad Media salió un importante conjunto de miniaturas tanto por su cantidad como por su calidad.
• Dos “Biblias de Pamplona” excepcionales representan la miniatura románica navarra, a las que habría que añadir el llamado Beato navarro de París.
• De estas Biblias de Pamplona la más antigua, la primera, es la que se encuentra en la Biblioteca Municipal de Amiens. Posee un colofón en el que se indica que se trata de un encargo de Sancho VII el Fuerte a Ferrán Pérez de Funes y que se terminó en 1197.
• La segunda Biblia (1200) se encuentra en Augsburg (Alemania), fue encargada igualmente a Ferrán Pérez de Funes y su destino posiblemente fue una hermana de Sancho el Fuerte. Es una copia de la primera ya que se pueden ver abundantes coincidencias textuales, iconográficas y estilísticas.
• Ambas pertenecen a la categoría de Biblias ilustradas, con abundantes ilustraciones y poco texto. Son las más completas de su género en toda la Edad Media. Además de escenas bíblicas y del Antiguo y Nuevo Testamento incluyen vidas de numerosos santos.
• En Nueva York se encuentra también una tercera biblia, se trata de una nueva copia de la primera destinada a Juana II de Navarra, es notablemente diferente en los aspectos lingüísticos y estéticos a las anteriores. Se data a principios del siglo XIV y se ha atribuido al maestro Fauvel.
• Entre los manuscritos navarros medievales también es destacable el Beato de Navarra. Se sabe, por el jesuita P. José Moret, que en el siglo XVII existía en la Biblioteca de la Catedral de Pamplona un ‘Beato’, que desapareció en fecha desconocida. En 1897, un manuscrito de las mismas características, fue vendido a la Biblioteca Nacional de Francia, donde se encuentra actualmente. Posteriormente se descubrió que este beato llevaba en el interior de una de sus tapas un documento firmado por el rey Carlos III de Navarra en el año 1389 dirigido al obispo de Dax, Juan Bauses y al prior de Roncesvalles, Miguel de Tavar, lo que hace pensar que es el beato que estuvo en la catedral de Pamplona aunque no se sabe cómo llegó.
• Se fecha en el último tercio del XII coincidiendo con una revitalización de la moda de losBeatos ilustrados.
• El Comentario al Apocalipsis, escrito por el monje Beato de Liébana en el último cuarto del siglo VIII tuvo una gran popularidad durante el siglo X realizándose numerosas copias ilustradas. A partir del siglo XI decae el número de copias, pero a fines del XII principio del XIII se puso nuevamente de moda, época en que se ilustra y escribe el Beato de Navarra.
• Otra magnífica obra es el Códice Albeldense o Vigiliano, que se encuentra en la Biblioteca de El Escorial, en él figura la llamada Cronica Albeldense, donde en 976 se añadió un breve apartado sobre los reyes pamploneses, apareciendo retratados Sancho Garcés II Abarca, su esposa Dª Urraca y su hermano Ramiro de Viguera, como herederos de la Lex visigothorum atribuida a Chindasvinto, Recesbinto y Égica, questán en la franja superior. En esta misma lámina también aparecen retratados Vigila escriba principal, junto con Sarracino y García, sus ayudantes.