Bestiario y simbología en la Iglesia de San Martín de Artaiz
Portada
La iglesia de San Martín de Tours de Artaiz, es uno de los templos más interesantes del románico rural navarro. Respecto a la portada, se ha teorizado abundantemente acerca de su cronología y sobre el mensaje representado en ella.
Es un templo de nave única, constituido por ábside semicircular, cuatro tramos de nave y torre a los pies. La portada destaca en resalte sobre el muro sur. Consta de tímpano, tres arquivoltas que descansan en tres columnas a cada lado, dos leones en las enjutas y siete canecillos que componen, con las metopas intermedias, un interesante programa iconográfico.
En el tímpano, el habitual crismón trinitario está flanqueado por dos flores de seis pétalos enmarcadas en dobles círculos concéntricos.
Aunque no hay documentación sobre su construcción, algunas hipótesis se inclinan a pensar que fue promovida por los Almoravid, linaje de ricoshombres que ocuparon cargos relevantes en el reino durante los siglos XII y XIII. Se sabe que entre las propiedades de la familia confiscadas por la corona en el siglo XIII se encontraban las de Artaiz.
La teoría de la Dra. Esperanza Aragonés indica que la idea principal de la portada es que el cristianismo da vida y la religión pagana romana, muy recordada en esta época altomedieval, trae la muerte. La oposición entre la vida y la muerte es el mensaje encubierto en las imágenes de la portada. El señor de Artaiz encargó en un complicado lenguaje la plasmación del ideario cristiano que pensaba enseñar en su iglesia.
Aves y luchadores
En uno de los capiteles de la portada encontramos esta imagen.
En el Arte Románico la presencia de aves junto a luchadores representa la lucha contra el pecado, la tentación o la maldad y la victoria de la virtud sobre el vicio y la importancia de la oración y de la fe en la batalla espiritual. En este capitel vemos que las aves, que tienen los cuellos entrecruzados, picotean las cabezas de los luchadores o sus manos apoyadas en las cabezas del opuesto.
Las aves simbolizan el espíritu de oración y la vigilancia, los luchadores representan a los creyentes en su batalla espiritual.
La lucha es la representación de la ira y de la violencia. Son los creyentes en su batalla contra los vicios y junto a las aves es la imagen simbólica de la lucha espiritual. Las aves son la ayuda divina y la pureza del espíritu y los luchadores simbolizan la determinación y el esfuerzo humano en la lucha contra el pecado. En resumen, la lucha entre el bien y el mal. Las aves son la ayuda divina y la pureza del espíritu y los luchadores son la determinación y el esfuerzo humano en la lucha contra el pecado.
Las aves son consideradas en general como los animales positivos y benignos, son una metáfora del alma humana ya que las aves pueden volar y ascender, se alejan de lo terrenal, son lo espiritual.
Tanto en las culturas mediterráneas como en las europeas septentrionales, las aves son mensajeros de los dioses. Desde la antigüedad los pájaros viajeros son percibidos como almas.
También existen otras lecturas, menos positivas, de la simbología de las aves y los pájaros: las referencias bíblicas identifican a éstos con los pensamientos inoportunos y no hay que olvidar que son ellos, los pájaros, los que se comen la simiente en la parábola de los sembradores.
Arpias
Al lado del capitel descrito anteriormente encontramos otro donde están representadas dos arpías. La arpía o harpía es un ser fantástico, clasificado habitualmente entre los “híbridos y monstruosos” y dotado de un claro sentido negativo. La RAE las define como aves fabulosas con rostro de mujer y cuerpo de ave de rapiña, y el Diccionario de símbolos de Jean Chevalier como genios malignos, monstruos alados con cuerpo de pájaro y cabeza de mujer, de garras agudas (en el caso de Artaiz, son pezuñas), olor infecto, que atormentan a las almas y las molestan con incesantes maldades, estas características las relaciona con infierno. Su nombre significa «rapaces», «ladronas», en el sentido de captadoras. Tienen cola de serpiente o escorpión.
Son las provocadoras de las muertes repentinas y las que atraen a los humanos al pecado y al infierno. Simbolizan los vicios y las bajas pasiones y los remordimientos que siguen a la satisfacción. Solo el viento puede alejarlas y expulsarlas.
En este capitel, cada una ocupa una cara, sus cuerpos divergen, pero giran las cabezas para que confluyan sus miradas.
Suelen confundirse con las sirenas-pájaro, que desde la antigüedad eran descritas como un ser compuesto por rostro femenino y cuerpo de ave, con ausencia de cola de serpiente o escorpión. Su carácter repugnante, devorador y aéreo las relaciona con los infiernos.
Leones
En las enjutas de la puerta se ven dos leones. El de la izquierda sujeta con sus garras a un personaje humano tumbado, mientras devora a otro del que sólo asoma entre sus fauces la parte inferior del cuerpo. El de la derecha también tiene un hombre entre las patas, pero en este caso parece protegerlo.
El creador de este programa, sin duda se inspiró en Jaca, en los dos leones de la puerta occidental de la catedral; uno que protege a quien se acerca a él en actitud humilde y el otro venciendo a sus enemigos. Una inscripción indica que ambos leones son imagen de Cristo, que es el león fuerte que vence al imperio de la muerte y que sabe acoger a quien se acerca implorando perdón. Otras explicaciones en la misma línea ven en el devorador el paso necesario para la salvación de las almas o la resurrección. El personaje bajo las garras del devorador tiene ojos cerrados, “en alusión a la muerte del alma por el pecado”, de forma que “ser devorados por esta fiera nos habla del castigo correspondiente a su pecado”. Al otro lado el león-Cristo protege al pecador “sonriente, de ojos abiertos que se agarra con seguridad a la fiera”.
Otro significado simbólico del león es el andrófago o devorador de hombres, aunque no lo parezca es una característica benéfica. Devora al hombre y lo transforma en sus entrañas y lo capacita para renacer a una nueva vida o al estado de felicidad eterna. Estas propiedades regeneradoras llevaron al cristianismo a relacionarlo con el bautismo.
Los leones son también los guardianes del templo, por ello están representados en muchas entradas.
Canecillo
Entre los canecillos que encontramos bajo el alero de la iglesia de Artaiz hay uno que llama especialmente la atención. Se trata de la cabeza de un personaje calvo que se abre la boca ayudado por de sus manos.
En la Edad Media era frecuente la representación de los pecados, este gesto de mostrar la boca abierta se asocia con el pecado de la blasfemia, la mentira, la calumnia (recibe su castigo en el órgano con el que cometió pecado, es el castigo islámico de los musulmanes) y también con la lujuria. La probable inspiración en fuentes clásicas y musulmanas cuadra con la idea de la deformidad del rostro como reflejo de un alma a su vez deformada por el pecado.
Esta figura es muy habitual en el románico y conlleva una alusión al acto de mentir, aunque haya sido tenida por burlesca en ocasiones.
Estos personajes, en relación con la lujuria, pueden ser considerados onanistas, personajes masculinos que se llevan las manos a la boca sorprendidos en un acto no lícito.
J.E.Cirlot en su Diccionario de Símbolos interpreta que la boca puede ser la unión de dos mundos, exterior e interior, donde los dientes constituyen el engranaje de dos universos, cielo y tierra o mejor infierno y tierra.
Todas estas representaciones tienen un carácter moralizante.
Simbología similar podemos encontrar en otra cabezota con la boca exageradamente abierta sujeta con dos manitas, en la que Íñiguez Almech vio la representación de los maldicientes, conforme a fuentes musulmanas.
Bibliografía
Jean Chevalier y Alan Gheerbrant. Diccionario de los símbolos
Juan Eduardo Cirlot. Diccionario de Símbolos
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El arte románico en Navarra. Clara Fernández Ladreda (Dir.)
Laura Rodríguez Peinado. Las sirenas
Fernando Pérez Suescun y Ma Victoria Rodríguez López. Las sirenas medievales: aproximación literaria e iconográfica
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Jesús Herrero Marcos. Bestiario románico español
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Enciclopedia digital del Románico
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https://www.unav.edu/web/catedra-patrimonio/itinerarios-visitas/san-miguel-de-estella
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